¿Qué opinan de los juegos que "compran" en Steam no sean suyos y lo que realmente compran son las licencias para jugar el juego?

En la era digital, comprar videojuegos ha cambiado drásticamente, y plataformas como Steam han transformado la forma en que accedemos a ellos. Aunque muchos usuarios piensan que adquieren propiedad sobre los juegos cuando los compran en Steam, la realidad es diferente. En la mayoría de los casos, lo que realmente estás adquiriendo es una licencia de uso para jugar el juego, no el juego en sí. Este modelo de licenciamiento genera preguntas y preocupaciones entre los jugadores, sobre todo en cuanto a los derechos y el control sobre los juegos que "poseen".

¿Qué significa comprar una licencia?

Cuando compras un juego en Steam, técnicamente no estás comprando el software, sino una licencia para usar ese software bajo las condiciones establecidas por la plataforma y el editor del juego. Esto significa que Steam te otorga el derecho de descargar y jugar el juego, pero no eres dueño del código del software. En otras palabras, si Steam decidiera cerrar o revocar esa licencia por cualquier motivo (como incumplir sus términos de servicio), perderías acceso a ese juego sin posibilidad de reclamar.

Ventajas y desventajas de este modelo

Este sistema de licencias tiene algunas ventajas. Por ejemplo, al ser digital, los juegos están disponibles al instante y no necesitas preocuparte por perder discos físicos o cajas. Además, Steam ofrece actualizaciones automáticas, almacenamiento en la nube para guardar partidas, y una amplia comunidad para interactuar.

Sin embargo, las desventajas están centradas en la falta de propiedad real. No puedes revender un juego de Steam como lo harías con una copia física, y tu acceso al juego está sujeto a las políticas de la plataforma. Si la cuenta se ve comprometida o si la plataforma decide cerrar sus servicios, podrías perder todos los juegos adquiridos.

¿Por qué aceptamos este sistema?

Muchos jugadores aceptan este modelo porque ofrece conveniencia y descuentos frecuentes en juegos, haciendo más accesibles títulos que podrían ser muy costosos en formato físico. La inmediatez y la facilidad de uso compensan, para algunos, la falta de propiedad permanente.

Conclusión

Si bien el modelo de licencias puede parecer restrictivo en términos de propiedad, la mayoría de los usuarios lo ve como una forma conveniente de disfrutar de los videojuegos en la actualidad. La clave está en entender que cuando compras un juego en Steam, no estás adquiriendo el juego en sí, sino una licencia para jugarlo, y este es un sistema que ha llegado para quedarse en la industria de los videojuegos.